Desde enero hasta junio de 2018, se me pasaron los meses volando. Llegó un momento en el que me olvidé por completo de mí misma, debido al estrés emocional que tenía en casa, (consecuente de la convivencia con un familiar esquizofrénico que estaba destruyendo a mi familia).
Mi estado de ánimo y mi cuerpo cambiaron. Estaba triste y me sentía una desgraciada por dicha situación familiar tan miserable. Me inundaba la tristeza, la impotencia y la resignación. De ahí que mi cabeza no estuviese para nada. Incluso, cogí unos cuantos kilos de más, de hecho casi siempre tenía la barriga hinchada.
Cuando mi cabeza se relajó, mi mente y mi cuerpo se conectaron, y me di cuenta de que me faltaba algo: ¡mi menstruación! Pensaba que sería pasajero, me decía "no pasa nada, ya me vendrá la regla". ¡Qué pasota era!, no le echaba cuenta.
Pasó un mes, y otro. Llegué a pensar que quizás podría estar embarazada. Se lo comenté a mis amigas más cercanas. Me dijeron que era imposible, porque en ese caso estaría con una panza de cinco meses, y obviamente se me notaría. Aún así, me sentía intranquila.
Por si las moscas, me compré un test de embarazo. Fui precavida, y preferí comprarlo en otro sitio, en lugar de provocar chismes y cotilleos en la farmacia de mi pueblo. Indiscutiblemente, en un pueblecito todo se sabe, la gente es muy chismosa, tienen muchos prejuicios, critican, y juzgan sin piedad.
El test dio negativo. Así que intenté buscar una explicación. Busqué en Internet. ¡Ay, bendito sea el doctor Google! Leí un par de artículos, los suficientes para relacionar a la perfección mis síntomas a aquello que me estaba ocurriendo en ese momento. Tenía AMENORREA SECUNDARIA. Nunca había oído hablar de este trastorno de ovulación, me sonaba a chino, ya de por sí era difícil de pronunciar.
Para quienes no sepan lo que es, la amenorrea se trata de la ausencia de los períodos menstruales mensuales. Ésta ocurre cuando una mujer que ha tenido ciclos menstruales normales, deja de tener sus periodos por seis meses o más por causas como el embarazo, la lactancia, la falta de ovulación, la menopausia, los tumores ováricos, las alteraciones hormonales/ psíquicas (ansiedad, depresión, anorexia), etc.
Después, fui a mi médico de cabecera, y le comenté que llevaba aproximadamente cinco meses sin regla. Efectivamente, me confirmó que tenía amenorrea.
Cogí el consejo de mis amigas, y pedí cita con una buena ginecóloga por el privado. Preferí por el privado, ya que desgraciadamente, la sanidad pública española va muy lenta (demasiado tranquila para mi gusto).
La ginecóloga me recetó unas pastillas hormonales, con el fin de que me provocasen la regla. Además, me mandó que me hiciera unos análisis de sangre específicos, donde se viesen reflejados los estrógenos y demás hormonas.
Hasta ahí todo bien, lo malo vino cuando me exploró.
P.D.: Creo que Google puede ayudarte a hacerte una idea sobre tus síntomas, pero no hay nada mejor que un médico. Sean cautelosas y consulten con sus ginecólogos y médicos de cabecera. ¡No cometan el mismo error que yo, por favor!, ¡no dejen pasar tanto tiempo!
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