Volví a perder la regla otra vez. Esto se había convertido en el cuento de nunca acabar.
A pesar de ello, me sentía más optimista. La llegada de la primavera me hizo bien, adelgacé un poco y empecé a quererme a mí misma.
Cuando caes en una depresión, un viaje a las profundidades del infierno, amarse a uno mismo es el regalo más grande.
Intentaba llevar una vida normal. Hacer ejercicio, practicar mindfulness y meditar, me ayudaron a dejar de lado el run run de mi cabeza.
“El bienestar está dentro de mí. Todo lo demás vendrá, o no vendrá” (Magia, Cori García),
o lo que es lo mismo, “lo que tenga que ser, será”.
Pero cada vez que ponía mi mano inconscientemente sobre mi vientre, mientras estaba acostada en la cama o tendida en el sofá, se me activaba el chip y recordaba todo el tema de la ovodonación y el duelo genético.
Mi cerebro asociaba este gesto a la maternidad, en cuanto era consciente del lugar donde tenía mi mano, la quitaba enseguida y vuelta a la realidad. Christian de Selys, en su libro El pescador de mentes, lo define como "el piloto automático".
Esa incansable voz interior era como una emisora de radio que no deja de funcionar. De hecho, aún no lo he superado. Me gustaría hablar con María del Mar sobre ello.
En verano de 2019, me fui de vacaciones a Sanlúcar. Me vino tan bien alejarme de todo y de todos, que hasta conseguí relajarme y dejar la mente en blanco.
En el momento menos esperado, como por arte de magia, me bajó la regla de forma natural. Esta vez sin necesidad de tomar pastillas. ¡Qué alegría! 😁
Como dice mi amiga, "el cuerpo es sabio". Cuánta razón tenía, quizás mi cuerpo y mi mente necesitaban conectarse.
Tuve que aprender a vivir en el presente y no en el futuro. Aprendí a conocerme, quererme y valorarme.
Os recomiendo los libros "Lo mejor de ti: El arte de conocerse y cuidarse a uno mismo para ser feliz", "Quererse es de Valientes" y la aplicación Fitbit, que se dedica a ayudar a las personas a llevar una vida más sana y activa.
P.D.: "Amarse uno mismo, es el principio de una historia de amor eterna" (Oscar Wilde).
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